Descripción
Los flujos de migrantes centroamericanos y sudamericanos hacia México y Estados Unidos refuerzan la construcción de la latinización de las fronteras mexicana y estadounidense. Es decir, es un flujo que está haciendo más patente la diversidad latinoamericana a uno y otro lado de la línea internacional. Se trata de una población cuya identidad primaria es la de clase trabajadora.
El concepto de frontera latina no solamente define las fronteras a lo largo de las áreas territoriales entre México y Estados Unidos que van del Pacífico hasta el Atlántico o el Golfo de México, sino que traza las líneas demarcatorias sobre el mar, abarcando a los países del Caribe. En este punto, las identidades latinas se encuentran con las identidades anglosajonas en una zona de transición que corresponde al macizo territorial y al mismo tiempo confluye también su parte oceánica. Este elemento hace que la frontera latina se defina por su carácter mestizo, negro, indígena, mexicoamericano y latino que integra también la región del Caribe, con toda la carga cultural y racial de los afroantillanos o afrocaribeños, en un solo término abreviado que los incluye a todos: latino.
La zona de transición descrita en este estudio posee una vertiente geopolítica cuya virtud consiste en destacar el conflicto por la apropiación y explotación de los recursos y riquezas que siempre ha existido entre Estados Unidos, los países del Primer Mundo capitalistas y las naciones latinoamericanas.
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